Esta es una contribución de Philippe A. Boiry, autor de “Relaciones Públicas o la Estrategia de la Confianza”, a todos aquellas personas que mantienen dudas o no identifican adecuadamente lo que son las RR.PP del resto de herramientas comunicacionales, especialmente de la publicidad; o simplemente se hacen nudos en el cerebro, para poder discernir de que se trata cada técnica y cuando utilizarlas.
Parece una composición literaria, pero en el fondo, este manifiesto refleja la desesperación del autor por tratar de dejar bien claro la diferencia.
Antes que nada debemos tomar en cuenta la posición de Boiry como relacionista público.
“Vosotros no sois nosotros, nosotros no somos vosotros.
Vosotros y nosotros tenemos unos objetivos y unos dominios de intervención tan diferentes, como nuestra gestión y nuestro lenguaje.
Vosotros intervenís acerca de los consumidores o de los usuarios potenciales, para intentar convertirlos en compradores reales de los productos cuya publicidad os es confiada.
Nosotros intervenimos cerca del conjunto de los públicos concernidos por las actividades y funciones ejercidas por la empresa, considerándoles como socios que, debido a su comportamiento, pueden frenar o favorecer la marcha de ésta.
Vosotros lanzáis una “imagen de marca” del producto, generadora de deseo y creadora de motivaciones de compra.
Nosotros proyectamos la “imagen institucional” de la empresa para hacer saber lo que es, lo que hace y cómo se esfuerza en responder a las expectativas de su entorno, a fin de generar una confianza recíproca.
Vosotros apuntáis a unos “blancos”.
Nosotros dialogamos con unos “públicos”.
Vosotros “posicionáis” el producto y su marca.
Vosotros sois una de las herramientas indispensables del marketing.
Nosotros somos la herramienta indispensable del management.
Vosotros sois la estrategia del deseo, generadora de motivación de compra.
Nosotros somos la estrategia de la confianza, generadora de adhesión y participación.
He aquí el porqué publicidad y relaciones públicas no tienen ni los mismos dominios, ni el mismo lenguaje, ni el mismo proceso. Crear el deseo y merecer la confianza son dos cosas distintas, pero ambas son necesarias para la buena marcha de la empresa. Nada nos opone… todo nos distingue. Nosotros no somos vosotros. Vosotros no sois nosotros, pero vosotros y nosotros, por caminos distintos que no deben confundirse, contribuimos al éxito de la empresa”.
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